A través de una serie de imágenes, tomadas en el establecimiento donde actualmente funciona el Instituto Superior de Formación Docente (Escuela primaria n°2), recordamos nuestro paso por la primaria.
El vídeo fue realizado en con el programa Prezi. Se podría decir que este programa, es una versión avanzada Power Point, muy utilizada para realizar presentaciones, pero estas siempre lineales.
Estas presentaciones poseen zoom en los detalles y diferentes conexiones.
Para comenzar a crear la presentación se puede hacer doble clik en cualquier parte de la hoja para agregar un cuadro de texto y comenzar a desarrollar ideas.
Hay un icono (redondo, con varios círculos dentro) que se encuentra en el extremo superior izquierdo. Con este se pueden realizar distintas actividades. Con el circulo interno que este icono posee, se desliza el objeto; con el circulo del medio se modifica el tamaño del objeto, y con el circulo exterior se giran los objetos.
En la cruz que lleva este icono, encontraremos distintas opciones, como por ejemplo: duplicar, seleccionar muchos objetos.
Luego tenemos un icono, el cual esta compuesto por seis iconos mas, cada uno con funciones distintas. A continuación serán explicadas:
Write: este icono sirve para escribir.
Colors: con este icono se pueden cambiar los colores y ver los fondos disponibles.
Frame: este icono se utiliza para ingresar cuadros, círculos, corchetes que encierran las idea u objetos.
Insert: dentro de este icono, se puede utilizar load file para insertar imágenes, sonidos y vídeos. Dentro de este se puede utilizar shapes para unir ideas con fechas o lineas.
Path: este icono sirve para, una vez finalizada la presentación, armar el recorrido que va a seguir esta, mediante números. Si se desea cambiar el orden, se puede borrar todo con "delete all".
Show: se aprieta este para ver la presentación.
En el extremo superior derecho encontraremos un icono que sirve para: guardar, deshacer, solicitar ayuda y salir.
Una vez guardado el Prezi en la pagina, encontraremos distintas opciones, como:
Gracias a este juego y a la parodia que el mismo hace, podemos llegas a descubrir todos los secretos que tiene una de las compañías mas grande del mundo, en cuanto a comida rápida.
Con respecto a los niños, este videojuego puede ser util para el desarrollo de diversas habilidades como la creatividad, el ingenio, la reflexión y la implementacion de estrategias por parte de los chicos. El juego McDonal´s, según mi punto de vista, se puede implementar desde el área de la Geografía, una Geografíaambientalista que logre analizar causas y consecuencias; como por ejemplo: la deforestación que esta empresa lleva a cabo en la selva tropical, sabiendo que este proceso trae arraigado la extinción de especies animales y plantas. Otros de los ejemplos seria: la contaminación a causa de los empaquetados (muchas veces innecesarios), de los cuales la mayoría terminan tirados en las calles, o contaminando la tierra enterrados en basureros saturados. Este juego podría ser implementado desde las matemáticas, ya que hay que contabilizar la cantidad de animales así como también, la alimentación de estos mismo; y para eso es necesario proporcionar las tierras, las semillas, logrando así general cultivos de buena calidad para engordar el ganado.
Finalizando, considero que los docentes son los encargados de proporcionar nuevas herramientas para abordar diversos temas, y que estos se den en un ámbito adecuado para el aprendizaje, pero que también propicie cierta diversión y disfrute en los niños.
«los paradigmas» se emplean por lo general con el sentido de modelo, teoría, percepción, supuestos o
marco de referencia; un cambio de paradigma es cuando se rompe con la tradición, con los viejos modos de pensar, con los antiguos paradigmas, ese cambio de paradigma nos empuja de modo instantáneo o gradual, que pasemos de una manera de ver el mundo a otra.
Ese cambio genera poderosas transformaciones.
Introducción
Para esta actividad sobre lo desarrollado en el espacio de una Wiki donde el tema en discusión era sobre como podíamos hacer un uso educativo de los celulares y después de haber leído el desarrollo de dicha actividad tomé como ideas centrales: la generación del pulgar; restricciones y prohibiciones que en algunas provincias imponen al uso del celular por parte de alumnos y como mediante el aprendizaje colaborativo podemos revertir esta situación.
Desarrollo
En los 80, fue la PC; en los 90, internet. Hoy, la revolución es el móvil: así resumeHoward Rheingold la evolución de las nuevas tecnologías en las últimas décadas. Y observa que, en torno a estas, se han desarrollo organizaciones colectivas espontáneas, virtuales, inteligentes; y nuevos usos de la tecnología, liderados en la mayoría de los casos por los usuarios más jóvenes los llamados The Thumb Generation[1].
Estos jóvenes, los nativos digitales, tienen otras formas de comunicarse, nuevos lenguajes leen y escriben distinto con esto no intento decir que leen y escriben más o menos que nosotros solo eso distinto – mensajería instantánea, compartir información, eBay, tecnologías peer-to-peer-, crear, encontrarse, downloads, programar, socializarse salas de chat, e incluso aprender son algunas de las tantas actividades que estos individuos realizan en su vida diaria, esta es su realidad – la realidad.
Contra la lógica de estos fenómenos, que tienden a auto-organizarse de manera espontánea y compleja, instituciones tradicionales como lo es la Escuela a veces intenta imponer restricciones, y a veces hasta prohibir el uso estas tecnologías móviles. Estando el móvil en manos de la generación del pulgar que por edad tiene como actividad principal el estudio, son muchas las discusiones que se plantean en torno a este tema. Es sabido que el celular en las aulas es el principal motivo de distracción de los alumnos y de disputas frecuente entre maestros y alumnos. En los recreos, se dedican a jugar con los juegos de sus aparatos móviles o a hacer llamadas, provocando de esta manera un aislamiento entre los alumnos con sus compañeros, dificultando la convivencia entre ellos. También los sms son el vehículo ideal de copiarse en los exámenes, al comunicarse entre ellos o con personas fuera del aula. Esto sería como la visión tecnofóbica de celulares si o celulares no dentro de la Escuela
Sin embargo, muchos padres, docentes y los propios alumnos opinan que, los móviles están allí y que no debe darse la espalda a esta realidad. Los padres consideran que el móvil les permite mantener contacto y control sobre los hijos. Los docentes por su lado han diseñado sus propias estrategias pedagógicas para integrar a los nuevos medios -entre ellos, los teléfonos celulares- en los procesos de enseñanza-aprendizaje, aunque estos usos son todavía experimentales y deparan resultados inciertos. El Aprendizaje colaborativo parece ser el camino elegido por estos aventureros. Prensky, en un trabajo titulado Listen to the natives - Escuche a los nativos-, dice que los estudiantes se han introducido en el siglo XXI, mientras que las escuelas todavía están pegadas al siglo XX. Su pregunta, entonces, es: ¿cómo pueden las escuelas alcanzar a los estudiantes y proveerles educación relevante?
La propuesta de este diseñador de juegos educativos es la siguiente: los docentes no necesitan ser expertos en nuevas tecnologías sino dedicarse a hacer lo que ellos hacen mejor; ésto es: coordinar el debate de ideas en las clases. Pero sí resulta fundamental que encuentren modos de incorporar en esas discusiones la información y el conocimiento que sus alumnos obtienen por fuera de las clases, en sus “vidas digitales”:
Cuanto más integre la escuela estas prácticas cotidianas de los nativos digitales, corre menos riesgos de quedar aislada de la vida extra-escolar y de lo que necesitan los alumnos para desenvolverse en ella. Aunque el tema pasa también por otro lado: la necesidad de motivar a los alumnos y captar su compromiso –siendo éstos dos pre-requisitos para el aprendizaje-. En este sentido, Prensky propone incorporar a las clases objetivos y opciones que sean interesantes para los alumnos, feedback inmediato, y posibilidades de “subir de nivel” o superarse: la misma combinación que motiva y compromete a los chicos con sus videojuegos favoritos.
Conclusión
El poder de las redes reside entonces en la amplificación de las posibilidades de contagiar inteligencias, de palanquear capacidades y potencias no explotadas, de abrir caminos para novedades que aporten cambios provechosos a bajo costo.
Sabemos que en determinadas condiciones las multitudes pueden ser sabias, más expertas que los viejos acumuladores especialistas en el periodo escritural de la cultura. Nos abrimos ahora a un planeta más veloz, acelerado y compacto, extenso y fútil, donde las capacidades que desarrollemos como colectivos respecto a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación serán claves.
La Argentina posee más de 12 millones de internautas, más celulares que habitantes y un sistema educativo que reclama urgente su actualización tecnológica.
Autor: Prof. Luis Loyola
Bibliografía:
PRENSKY Marc: “¿Celulares, herramientas para el aprendizaje?”
Comentarios a cerca del implemento del celular en la escuela.
El uso del celular en las
escuelas, ¿bueno o malo?. 1° comentario.
Personalmente creo que no hay que
calificar como "bueno" o "malo" el consumo del celular
dentro de las escuelas por parte de los jovenes; simplemente aceptar que los
tiempos han cambiado y que conjuntamente con la sociedad, las Tics han
avanzado. Hoy en día todo gira en torno al teléfono móvil, ya que a este mismo
se le puede dar diversos usos, por el simple hecho de ser una herramienta tan
completa. Considero que los docentes son los que tienen que actuar de
intermediario entre el alumno y el celular, y lograr un uso productivo de este
en las clases; generando así un consumo coordinado de esta herramienta en el
ámbito escuela. Prohibirlo e imponer restricciones, creo que alienta aun mas,
el uso del móvil por parte de los estudiantes en forma "ilegal" (por
así llamarlo) dentro de las instituciones. En conclusión, tanto las escuelas
como nosotros, futuros docentes, tenemos que despegar del siglo XX e
insertarnos en el sigo XXI, ya que es la única manera de alcanzar a los
estudiantes y poder proveerles educación relevante.
El uso del celular en las
escuelas, ¿bueno o malo?. 2° comentario.
Como mencione con anterioridad, tenemos que
despegar del siglo XX e insertarnos en el siglo XXI, aceptando e implementando
nuevas herramientas que propicien el modo de enseñanza dentro del aula. Si bien
estas Tics no condicionan la enseñanza de los chicos, es decir, los saberes se
pueden transmitir de igual manera sin la existencia de ellas, creo que brindar
un buen uso de este tipo de tecnología, desde la escuela seria la mejor opción.
Vale aclarar que este seria coordinado por la institución, como también por el
docente a cargo; logrando así, un uso totalmente productivo.
PROBLEMAS Y RETOS EDUCATIVOS ANTE LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES EN LA
SOCIEDAD DE LA INFORMACION.
MANUEL AREA MOREIRAUniversidad de La
Laguna
En este ensayo abordaré el análisis de algunos de los
problemas y retos educativos más
destacables con relación al nuevo contexto social, económico
y cultural representado
por la sociedad de la información. Para ello comenzaremos
identificando distintos
discursos, que a modo de concepciones o perspectivas
ideológicas, definen a la sociedad
informacional. Seguiremos con el análisis de los efectos
socioculturales más destacables
de las tecnologías digitales prestando atención tanto a sus
beneficios como a sus efectos
perniciosos. Posteriormente haremos inventario de algunos de
los principales problemas
educativos provocados por la omnipresencia de estas
tecnologías en nuestra sociedad.
Finaliza este tema con la propuesta de una serie de retos
para la educación en la
sociedad informacional.
En nuestro país, en estos últimos meses, han sido publicados
distintos libros colectivos
en cuyo título se enuncia la reflexión sobre los nuevos
problemas educativos vinculados
con el alto desarrollo de las nuevas tecnologías de la
información y comunicación y con
la sociedad de la información (véase Pérez Tornero, 2000;
Area, 2001a; Bláquez, 2001,
por citar algunos de los textos de más reciente aparición).
Este interés y preocupación
no es una especifidad exclusiva del contexto español, sino
que también, desde hace
algunos años, distintos informes prospectivos
internacionales han abordado esta
cuestión.
La tesis central, que se enuncia reiteradamente en estos
ensayos, es que los acelerados
cambios tecnológicos, la aparición de nuevas formas
culturales, el surgimiento de
puestos laborales vinculados con la digitalización de la información, el constante
crecimiento del conocimiento científico,… están provocando
la necesidad de repensar y
reestructurar los modelos formativas hasta ahora utilizados
convirtiendo a la educación
no sólo en una necesidad de la infancia y juventud, sino
también de la edad adulta, y por
Los discursos sobre la sociedad informacional.
Es ya un tópico afirmar que el entorno social, económico y
cultural que nos rodea ha
cambiado sustantiva y radicalmente en los últimos veinte
años. En el último cuarto del
siglo XX la aparición de los ordenadores, la expansión de la
demanda de servicios de
consumo terciario, la toma de conciencia del agotamiento de
los recursos naturales y de los
efectos negativos de la industrialización, las nuevas formas
de organización y distribución
de la información, junto a otros factores, propició que en
los países altamente desarrollados
tuviera lugar la denominada "tercera revolución
industrial" que está produciendo una
importante y profunda transformación de las estructuras y
procesos de producción
económica, de las formas y patrones de vida y cultura de los
ciudadanos, así como de las
relaciones sociales.
Cada tiempo histórico, cada civilización tiene una (o
varias) tecnologías idiosincrásicas,
hegemónicas para su funcionamiento. Con ello no queremos
afirmar que la tecnología
determina el modelo de sociedad, sino que el desarrollo organizativo y social en un
tiempo histórico concreto y en un espacio dado, se apoya en
unos tipos de tecnologías
más que sobre otras. Los estudios sobre la historia de las
tecnologías así lo acredita.
Existe una relación simbiótica entre sociedad y tecnología,
no una interacción
determinista. Los estudios interdisciplinares desde el
movimiento CTS (Ciencia,
Tecnología y Sociedad) han puesto en evidencia que los
intereses y significados de los
distintos grupos y agentes sociales se proyectan y moldean
el desarrollo tecnológico.
Pero también las tecnologías existentes, en un determinado
momento histórico, son un
factor relevante que estructura, redefine y configura las
relaciones sociales, económicas
y culturales, y, en consecuencia, la dirección del cambio
social. Si no se dan las
condiciones sociales propicias ciertos inventos tecnológicos
no se generalizarán, y
viceversa, ciertas tecnologías tienen tanto impacto
sociocultural que condicionan el
futuro desarrollo de esa sociedad.
Un ejemplo claro de lo que estamos apuntando son las
llamadas tecnologías digitales de
información y comunicación que representan la tecnología más
genuina e idiosincrásica
de la sociedad informacional. La digitalización de la
información basada en la
utilización de tecnología informática es la gran revolución
técnico-cultural del presente.
El uso generalizado de las llamadas nuevas tecnologías de la
comunicación e
información (computadoras, equipos multimedia de CD-ROM,
redes locales, Internet,
televisión digital, telefonía móvil, ...) en las
transacciones económicas y comerciales, en
el ocio y el tiempo libre, en la gestión interna de empresas
e instituciones, en las
actividades profesionales, ..., es un hecho evidente e
imparable apoyado desde múltiples
instancias y al que pocos le ponen reparos.
Ciertamente la transformación desde un modelo de sociedad
industrial hacia la sociedad
de la información es un proceso en el que se cruzan factores
y fenómenos más
complejos que los meramente representados por la aparición y omnipresencia de las
tecnologías digitales. El período histórico en el que
nos encontramos se apoya en el
cruce de diversos y variados procesos sociológicos,
económicos, políticos y culturales
como son la globalización o mundialización; la
mercantilización de la información; la
hegemonía de la ideología neoliberal; el incremento de las
desigualdades entre los
países avanzados y el resto del planeta; la superpoblación y
los flujos migratorios del
sur empobrecido hacia el norte rico, ... M. Castells (2000)
en su conocida obra La era de
la información formula uno de los análisis más completos de
las nuevas caracterísiticas
sociales, económicas y culturales del tiempo presente, y a
la misma remitimos al lector
para una mayor profundización en estas ideas.
En este sentido, la globalización aparece como el fenómeno
histórico más destacable y
representativo del presente. La globalización es un término,
en estos momentos,
polémico por su fuerte carga ideológica y política ya que
este concepto está vinculado
con una determinada perspectiva o visión: la regulada por
los poderes económicos y
gubernamentales de los países ricos apoyada en la liberalización del mercado en el
ámbito mundial. La globalización o mundialización, es decir,
la superación de los
límites espaciales de las fronteras locales o nacionales
para actuar a nivel planetario es
un proceso iniciado en siglos anteriores. El comercio de materias primas procedentes de
Asia, América del Sur o África transportadas vía marítima
hacia Europa lo desarrollaron
con gran eficacia las potencias coloniales europeas
(Francia, Gran Bretaña, Holanda)
durante los siglos XVIII y XIX. Asimismo, el proceso de mundialización política
comenzó en los primeros años del siglo XX con la creación de
la Sociedad de Naciones,
y posteriormente se consolidó con otros organismos
internacionales como la ONU,
UNESCO, FMI, OTAN, etc. Lo que queremos poner en evidencia
es que la
globalización es un proceso que ha venido gestándose mucho
antes de la aparición de
las tecnologías de la información y comunicación. A
diferencia de lo que muchos creen
ingenuamente, las tecnologías no son la causa del fenómeno
de globalización, sino que
actúan como motores aceleradores de este proceso. Al hacer
posible que la información
y transmisión de datos circule casi instantáneamente a lo
largo de todo el planeta,
provocan que cualquier organismo o institución (sea
financiera, administrativa, no
gubernamental) funcione como una unidad en tiempo real a
nivel mundial.
Las tecnologías digitales no son las causantes directas de
las profundas
transformaciones del mundo en que nos encontramos, pero sin
las mismas nuestro
presente no sería como es. Como decíamos al inicio de este
trabajo, existe una
interacción dialéctica, simbiótica entre las tecnologías y
el contexto social en que se
emplean. Sin una economía capitalista defensora del mercado
libre a nivel planetario,
sin una sociedad de consumo en masa de bienes y productos
culturales, sin la
hegemonía política y económica de la cultura occidental, difícilmente las tecnologías
digitales hubieran tenido el avance y desarrollo fulgurante
producido en estos últimos
años. Y viceversa, sin la presencia de las redes telemáticas, ni de los medios de
comunicación sociales, o de los ordenadores personales,
probablemente el fenómeno de
la globalización política,
cultural y económica no sería una
realidad tal como la
conocemos en el presente.
Por otra parte, las tecnologías de la información y comunicación también inciden
notoriamente en el proceso de cosificación de la información
y cultura (fenómeno, que
como veremos más adelante, tiene su propia traducción en la
actividad pedagógica). La
información se ha convertido en un producto o materia
valiosa sometida a procesos de
generación y difusión industriales similares a los que se utilizan con cualquier otro
producto. El sector industrial que comercia o apoya sus
actividades económicas en la
información (medios de comunicación de masas como la
televisión o el cine, las
empresas de software, el sistema financiero, las industrias
del ocio y entretenimiento,
las telecomunicaciones, etc.) representa un sector en constante crecimiento y cuyo
volumen económico está desplazando, o al menos compitiendo,
con los sectores
pertenecientes a la economía
representativa de la segunda revolución industrial
(automóvil, petróleo, industrias eléctricas).
La pregunta clave, en consecuencia, es ¿qué modelo de
sociedad de la información
queremos construir y qué papel juegan las nuevas tecnologías
en ese proceso?.
Ciertamente responder a esa cuestión es plantearse un
problema político más que
técnico. Las respuestas, indudablemente, son variadas.
Distintos sectores o grupos ven
en las tecnologías digitales la panacea del progreso de nuestra
civilización
prometiéndonos un mundo feliz basado en el bienestar
material generado por este tipo
de máquinas inteligentes. Por el contrario, existen otros análisis que describen a las
tecnologías de la información y comunicación como el triunfo
de un modelo de
sociedad tecnocrática, deshumanizada y basada en criterios
meramente mercantiles. J.
Echevarría (1999) identifica distintas perspectivas y
posiciones sobre el papel de las
nuevas tecnologías en la configuración de lo que este autor
denomina el tercer entorno.
Inspirándonos en este análisis, pero renombrando y
redefiniendo sus categorías me
atreveré, a continuación, a identificar cuatro grandes
discursos sobre las mismas:
Un discurso
mercantilista sobre la sociedad de la información y las nuevas
tecnologías divulgado por el conjunto de sectores
industriales vinculados con el sector
de la nueva economía. Las empresas de software, de
telecomunicaciones, la banca, la
industria del ocio y entretenimiento, ..., así como las
políticas científico-tecnológicas de
muchos gobiernos occidentales serían los representantes de esta visión. Para este
discurso, la sociedad de la información es como un
gigantesco zoco comercial en el que
se participa a través de las redes de comunicación
digitales. Evidentemente esta
perspectiva apoya sus tesis en los principios económicos
neoliberales de modo que las
reglas del mercado son las que principalmente deben guiar y
regular el crecimiento y
desarrollo de la sociedad de la información. Desde esta
visión el desarrollo de la
sociedad de la información supondrá mayor bienestar
material, y en consecuencia, más
"felicidad" para los individuos.
Por otra parte, y como contestación a la posición anterior,
existe un discurso
crítico-político que defiende que las tecnologías digitales
deben estar al servicio del
desarrollo social y humano, y no controlado por los
intereses de las grandes
corporaciones industriales del mundo capitalista. Los
trabajos y reflexiones generados
desde el movimiento denominado antiglobalización o
globalización alternativa y que se
materializan en los encuentros del Foro Social Mundial “Otro
mundo es posible”
celebrados en los años 2001 y 2002 en Porto Alegre (Brasil) son el intento
más
sistematizado de construir un discurso alternativo a la
perspectiva mercantilista, y que
pretende reorientar el desarrollo tecnológico bajo
parámetros y criterios sociales y
políticos. Vinculada con esta posición existe un discurso
político sobre las nuevas
tecnologías, desarrollado sobre todo en el contexto norteamericano, cuyas tesis
consisten en la defensa de los derechos cívicos y
democráticos para la libertad de
expresión en el uso de la Internet frente a los intentos de
control que están desarrollando
distintos gobiernos occidentales. La asociación Electronic
Frontier Foundation sería el
mejor ejemplo de esta posición.
Existe un tercer discurso, que podríamos denominar
tecnocentrista que mantiene
que las tecnologías digitales en general, e Internet, en
particular son el eje de un proceso
de revolución no sólo tecnológica, sino también de la
civilización humana. De este
modo, las nuevas tecnologías se convierten en el centro del
cambio social y cultural. Es
un planteamiento que roza la mitificación de la tecnología
digital en cuanto que, en su
discurso, late la creencia de que la misma nos llevará hacia
una sociedad más avanzada
y perfecta que la actual. El ciberespacio, en consecuencia,
es un mundo artificial desde
el que construir nuevos modelos experienciales de
comunicación e interacción humanas.
Este discurso sería la versión actual del determinismo
tecnológico.
Finalmente, se podría identificar un discurso apocalíptico (siguiendo la
denominación utilizada por J. Echeverría) en el que las
tecnologías de la información y
comunicación representan el fin de los ideales y valores de
la modernidad y del modelo
ilustrado de sociedad. Esta posición cuestiona el presente
denunciando la invasión de
tecnologías digitales sobre nuestra civilización occidental
ya que está provocado la
elevación de la tecnología a la categoría de ideología
hegemónica y en consecuencia,
supeditando la cultura a los intereses tecnocráticos.
Luces y sombras de los
efectos sociales y culturales de las tecnologías de la información y comunicación.
La cara amable de las
tecnologías digitales.
Creo que no habrá disenso si afirmo que uno de los efectos más notables de las
tecnologías digitales es que permiten y facilitan una mayor
comunicación entre las
personas independientemente de su situación geográfica o
temporal. Las nuevas
tecnologías de la comunicación rompen barreras
espacio-temporales facilitando la
interacción entre personas mediante formas orales (la
telefonía), escrita (el correo
electrónico) o audiovisual (la videoconferencia). Asimismo
esta comunicación puede
ser sincrónica - es decir, simultánea en el tiempo- o
asincrónica - el mensaje se emite y
recibe en un período de tiempo posterior al emitido. En segundo lugar, podemos señalar
que las tecnologías permiten el acceso de forma permanente a
gran cantidad de
información. Vivimos en un entorno saturado de información.
Los medios de
comunicación escritos, la radio, la televisión, el
teletexto, Internet, …, se han convertido
en objetos cotidianos y casi imprescindibles de nuestra vida
que nos mantienen
permanente informados. Los ciudadanos, a través del conjunto
de estos medios y
tecnologías, saben lo que sucede más allá de su ámbito o
nicho vital (sea el barrio, la
ciudad o país al que pertenecen). Por otra parte, desde el
hogar y a través de las redes
telemáticas se pueden acceder a bibliotecas, centros, instituciones y asociaciones de
cualquier tipo.
Otro hecho destacable es que las nuevas tecnologías mejoran
la eficacia y calidad de los
servicios. La creación de bases de datos accesibles desde
cualquier punto geográfico y
en cualquier momento junto con la gestión informatizada de
enormes volúmenes de
información permiten incrementar notablemente la rapidez y
eficacia de aquellas tareas
y servicios que tradicionalmente eran realizadas de una
forma rutinaria y mecánica por
personas. En estos momentos es posible realizar consultas o
transferencias comerciales
en una institución bancaria, de la administración pública, o
de un organismo privado, a
través de un ordenador con acceso a Internet. Podemos pagar
o sacar dinero con una
tarjeta electrónica, el sistema sanitario guarda y transfiere
los datos de cualquier
paciente de una entidad a otra, reservar un pasaje, enviar
un documento, o conseguir un
certificado administrativo,... En definitiva con la
presencia de las tecnologías digitales
muchos de los trámites y gestiones cotidianas se agilizan
aumentando en consecuencia
la eficacia de las organizaciones en las que se utilizan.
Por otra parte, Las tecnologías
digitales posibilitan nuevas formas de actividad productiva.
La innovación tecnológica
está afectando también al ámbito laboral transformando los patrones tradicionales de
trabajo. Algunos de los cambios más destacables de las
actividades productivas son: la
emergencia de nuevos yacimientos o puestos de empleo
relacionados con el desarrollo y
aplicación de la tecnología informática y de
telecomunicaciones; la aparición del
teletrabajo que consiste en
la posibilidad del desarrollo de las tareas laborales a
distancia utilizando las redes de ordenadores, el
surgimiento de puestos de trabajo más
flexibles sin la rigided temporal o espacial de los puestos
laborales clásicos.
Asimismo, las nuevas tecnologías de la información y
comunicación están propiciando
la superación de una visión
estrecha y localista de la realidad. En la sociedad
globalizada está aumentando el conocimiento y contacto
cultural de las distintas
culturas y grupos sociales del planeta. A lo largo de la
última mitad del siglo XX han
ido extendiéndose y generalizándose por todos los
continentes formas y tendencias
culturales que anteriormente pertenecían o estaban restringidas a grupos culturales
locales o regionales. Ciertamente este proceso no es ajeno a
los intereses comerciales de
las empresas multinacionales o a los intereses ideológicos
de los gobiernos occidentales,
y como veremos posteriormente, están provocando una uniformismo cultural en
detrimento de la diversidad cultural del conjunto de pueblos
y naciones del planeta. En
este sentido, los medios de comunicación y por supuesto las redes telemáticas, están
jugando un papel clave en este proceso de creación de una conciencia y perspectiva
mundial o planetaria.
En definitiva, las redes telemáticas propician nuevas formas
de participación social más
allá de los límites territoriales locales. La actuación del individuo
generalmente limitada
al ámbito de la comunidad o territorio específico en el que
vive, se abre ahora, a través
de las tecnologías digitales de comunicación. a la
intervención en espacios más
globales. No sólo se está más informado de todo lo que pasa
en el mundo, sino que
además permiten experimentar nuevos modos de organización y
participación
ciudadana más allá del ámbito de los estados tradicionales
en todos los niveles y
ámbitos: asociaciones, colectivos, fundaciones, institutos,
organizaciones no
6 gubernamentales... La acción política y organización de
los denominados movimientos
alternativos o de antiglobalización no sería explicable sin
la utilización de las nuevas
tecnologías de la comunicación.
Las tecnologías también tienen sus sombras
A pesar de los notorios beneficios de las mismas
paradójicamente también obstaculizan
el progreso hacia un modelo social más democrático y de
equilibrio en la distribución de
la riqueza material, así como hacia un modelo de sociedad
menos agresivo con la
diversidad cultural y mediambiental. A lo largo de la
segunda mitad del siglo XX "ha
ido creciendo la conciencia del peligro de la tecnología, en
cuanto ésta construye
tecnológicamente la realidad" (Tezanos y López, 1997,
pg. 244). Frente a la concepción
positivista del progreso científico y tecnológico como un
proceso acumulativo de
conocimiento destinado a la mejora de las condiciones
materiales de la sociedad, en las
últimas décadas hemos descubierto que el progreso
tecnológico per se no significa
automáticamente una mejora del bienestar el conjunto de los
ciudadanos.
Al contrario, el evidente destrozo medioambiental del
planeta como consecuencia del
crecimiento industrial, los riesgos de la energía nueclear
tanto en su versión civil de
centrales destinadas a la producción de energía como en su
versión militar de armas de
destrucción masiva, el crecimiento sin control de los
automóviles en el seno de los
núcleos urbanos que está alcanzando límites próximos al
colapso circulatorio, los
riesgos implícitos de las modificaciones genéticas en
alimentos y seres vivos, ..., entre
otros muchos fenómenos, han provocado que tomemos conciencia de que el avance
científico-tecnológico es una amenaza no sólo para el modus
vivendi occidental, sino
para el conjunto de la especie humana y de la vida en el
planeta. Vivimos en un tiempo
de crisis de fe en el progreso tecnológico, o si se
prefiere, de crisis de la ideología
cientifista (González, López y Luján, 1996). Sabemos que la
ciencia y tecnología per se,
sin un proyecto político y social detrás, no nos conducirán inexorablemente hacia un
mundo de mayor bienestar para el conjunto de la ciudadanía. Por el contrario, la
expansión desmedida de los artefactos tecnológicos puede provocar, y así ocurre en
muchas ocasiones, la pérdida del sentido y significado de la
existencia , de las señas de
identidad culturales, de muchos individuos y colectivos
sociales.
En este sentido algunos de sus efectos perniciosos se deben
a que aún no hemos tenido
tiempo para adaptarnos a los nuevos tiempos debido a la
evolución acelerada de las
mismas, otros se deben al mal uso de las mismas que
responden a meros criterios de
interés mercantil sin prever las consecuencias negativas
sobre el desarrollo humano y
otras a la sobredosis de información sin saber tratarla
adecuadamente. Lo que sigue a
continuación es simplemente un esbozo o inventario de algunos de esos efectos
perniciosos del tiempo digital en el que vivimos si lo
analizamos desde una perspectiva
ideológica que entiende la educación como una estrategia
necesaria para el progreso no
sólo material, sino moral y humano de nuestra civilización.
Si no somos conscientes de
dichos efectos nuestros proyectos y propuestas pedagógicas
de utilización de las nuevas
tecnologías serán ingenuas y posiblemente estériles.
Lo primero a destacar es que nuestra sociedad es una
civilización dependiente de la
tecnología en niveles progresivamente crecientes. Sin máquinas
digitales, no funciona.
En este sentido se extiende el miedo a los posibles fallos o
déficits de los ordenadores
provocados bien por los virus informáticos, por los ataques
de ciberterroristas, o por los
fallos de los servidores… El “mítico” efecto 2000 (2YK) con
relación al posible fallo
informático en el cambio de la fecha del 31 de diciembre del
1999 al 1 de enero del
2000, o los repetidos ataques a servidores de Microsoft y otras grandes compañías
multinacionales, han servido como una llamada de alerta
sobre la fuerte dependencia de
nuestra civilización hacia las máquinas digitales.
En segundo lugar, el proceso de globalización apoyado en el
control de los medios de
comunicación está imponiendo la hegemonía cultural de la
civilización occidental,
fundamentalmente norteamericana, sobre el resto de las culturas del planeta. La
juventud de la mayor parte de países consume la misma ropa,
música, comida, juegos,
películas…, es decir, tienen las mismas experiencias culturales con medios. Nos
dirigimos hacia el uniformismo cultural en detrimento de las
culturas propias y locales,
y hacia el aumento de los enfrentamientos culturales que en
muchos casos desembocan
en violencia. Simultáneamente, están aumentando las
desigualdades culturales y
económicas entre unos países y otros. El desarrollo
tecnológico y científico afecta a
todos los miembros de la sociedad pero no de la misma forma.
El acceso a las nuevas
tecnologías y al conocimiento e información está al alcance
de aquellas personas que
tengan las posibilidades materiales y las habilidades
adecuadas para comprarlas y
usarlas, provocando un aumento de las distancias culturales
y sociales. Esta desigualdad
se desarrolla tanto en el interior de los países
occidentales como entre los países del
primer mundo respecto al denominado tercer mundo (UNESCO,
2001; García-Vera,
2001). Por otra parte, el avance de la economía de mercado
en el ámbito mundial
supone la transformación del concepto de individuo como
ciudadano, pasando a ser un
cliente o usuario. Con ello lo relevante no son las
personas, sino los consumidores lo
que provoca que el bienestar se dirija hacia los grupos
sociales con capacidad
económica, quedando excluidos de la evolución del mercado
aquellos colectivos
sociales sin potencial de consumo (parados, jóvenes,
emigrantes, ancianos, etc.).
Finalmente, hemos de indicar que el uso de las tecnologías de la información y
comunicación digitales, conlleva inevitablemente la pérdida
de la privacidad y el
incremento del control sobre los individuos y grupos
sociales. La utilización de las
nuevas tecnologías de la comunicación, implica el registro
de las referencias personales
y las actividades de los usuarios. El acceso y utilización de esos datos por parte de
organismos e instituciones sociales así como por empresas
privadas minan, en cierta
medida, la libertad de los ciudadanos. Cuando compramos con
una tarjeta electrónica,
visitamos una página web, realizamos una operación bancaria,
enviamos un correo
electrónico… estamos registrando estas acciones en alguna
máquina, nuestra
privacidad, en consecuencia, desaparece en el mundo virtual.
El problema consiste en el
uso malicioso que ciertos individuos (piratas electrónicos)
u organizaciones, sean de
carácter comercial o gubernamental, puedan realizar con esos
datos de nuestra vida
privada.
Relación entre videos:“¿Sabias qué?” – “El Monje”, y texto de Manuel Area Moreira.
Haciendo un breve análisis del material leído de Manuel Area Moreira, y
lo observado en ambos videos, “¿Sabias qué?” y “El monje”, he llegado a la
siguiente conclusión: estamos en una gran revolución técnico-cultural, debido a
la fuerte interacción que existe entre las tecnologías y el contexto social en
que se emplean.
Las nuevas tecnologías de comunicación e información nos permiten
mantenernos no solo informados acerca de lo que pasa más allá de nuestro
ámbito, sino que también nos permite la posibilidad de comunicarnos a pesar de
nuestra situación geográfica o temporal. Estas nuevas tecnología rompe
efectivamente con las barreras espacio-temporales facilitando la interacción
entre personas mediante formas orales (la telefonía), escritas (el correo electrónico,
facebook, etc.) o audiovisuales (videoconferencia).
Además estas tecnologías actuales mejoran la eficacia y calidad de los
servicios, posibilitando nuevas formas de actividad productiva, pero afectando
a su vez, el ámbito laboral.
Sin duda alguna, estás nuevas tecnologías son impuestas por este mundo
globalizado, muy similar, aunque en otras apocas, a lo que le paso al monje,
quien tuvo que asimilar el cambio del pasaje del papiro al libro. Ahí estamos
también, frente a un hecho tecnológico.
Desde mi perspectiva internet es un fenómeno global. Su influencia
y expansión han alcanzado a todas partes del planeta. La tecnología va
cambiando a pasos tan agigantados, que es imposible darse cuenta de estos
cambios; pero más imposible es pensar como en un mismo mundo suceden tantas
cosas a la vez, y esto queda claramente reflejado en el video “¿Sabias qué?”,
donde las cifras realmente “asustan”.
Otro punto, o más bien pregunta para resaltar y que llamo la atención
en mi fue la siguiente: “¿ESTAN TUS HIJOS EDUCADOS PARA LA EPOCA EN LA
QUE ESTAMOS VIVIENDO Y LA QUE ESTA POR VENIR?”; a continuación va nuestra
reflexión…
Creo que es importante capacitarnos (ya que somos futuros
educadores) en cuanto al uso correcto de las Tics, para luego poder preparar a
las generaciones jóvenes (el futuro y los responsables de que la sociedad se
mantenga durante el tiempo) con respecto a los nuevos cambios que se están por
venir.
Tener conocimientos y un bueno manejo de las tecnologías, es
cada día más importante en la vida del ciudadano, ya sea para ingresar al mundo
del trabajo como para continuar su educación en el ámbito universitario.